domingo, 25 de marzo de 2012

Jodhpur

Hola a todos!
Al dejar Udaipur por la mañana, tomé un bus hacia Jodhpur, pero quería hacer un alto en el camino en un pueblito llamado Ranakpur, donde se encuentra el templo jainista más importante de la India. Después de 5 horas de largo viaje, pues empecé a encontrarme mal del estómago, llegué al templo y fue decepcionante, ya que en la guía dice que se puede dormir en el templo y cuando llegué resultó que hacía unos años habían prohibido la estancia a turistas y sólo se permite dormir si eres jainista. Pregunté por algún hotel pero todos eran muy caros, así que disponía de dos horas y media para ver el templo antes de volver a coger un bus hacia Jodhpur.

El templo era precioso, impresionante por su tamaño en el exterior y por su delicadeza en las tallas en el interior. Los jainistas tienen dioses muy diferentes y la forma en que esculpen las esculturas y tallas de sus templos es precioso, todo minúsculo, de color blanco marfil, una maravilla. La pena es que el precio de la camara de fotos era muy elevado para las pocas fotos que podía tomar en el interior, así que sintiendolo mucho la parte del templo os la vais a perder.

Vuelvo a tomar el bus hacia Jodhpur, mi estómago está cada vez peor, no he conseguido comer nada y no paro de vomitar por la ventana del bus. Las 5 horas de viaje se me han hecho eternas. Al llegar a Jodhpur a las 22h, George me espera con una habitación reservada, es la ventaja de hacer amigos en la India, que te ayudan cuando más lo necesitas. No me quedan más energías que para acostarme y dormir, mi cuerpo está KO.

Al despertar por la mañana parece que mi estómago a empeorado, no acepta alimentos ni mucha agua, todo lo rechaza así que mejor será quedarse descansando en el hotel. Por la tarde conseguí dar un corto paseo por el mercado donde un amable señor me explicó cada una de las especias que vendía y sus usos, la más importante de ellas, el preciadisimo azafrán del Rajasthan. Como mi cuerpo está debilitado y necesito un baño lo más cerca posible, vuelvo cuanto antes al hotel para encontrarme con George. En el hotel me informan que ha pasado todo el día encerrado en su habitación, parece ser que no soy el único que padece del estómago. Al ponerme en contacto con Sarah y Sammy, que siguen en Udaipur, me explican que se encuentran en la misma situación. Parece ser que compartimos alguna comida contaminada, así que ahora nos toca compartir las consecuencias.

Al día siguiente, hablando con George, nos vimos con fuerzas para hacer la visita del fuerte de Jodhpur, aunque no nos encontramos del todo bien, no queremos pasar los días encerrados. Las vistas del hotel bajo el fuerte son preciosas pero insuficientes. Con pocas fuerzas y un sol abrasador subimos a visitar el monumento más importante de Jodhpur, uno de los fuertes más bonitos de todo el Rajasthan, el fuerte de Mehrangarh. La verdad es que es un visita que nadie que viaje a la India debería perderse. En la entrada te proporcionan una audioguía que explica en 33 puntos diferentes cada una de las partes del fuerte, así como su história, que es emocionante. Por ejemplo, cuando el maharaja moría, las viudas se suicidaban y grababan las huellas de sus manos en la entrada del fuerte donde todavía se pueden ver. La história de la construcción del fuerte me dejó alucinado. Os hago un resumen. En esta colina vivía un sintecho, que no quería ceder las tierras al Maharaja para la construcción del palacio. Al ser despojado de sus tierras, maldijo al Maharaja y a su fuerte, para que la suerte no les acompañase, y la única forma de romper la maldición era sacrificar la vida de un hombre y enterrarlo junto a los cimientos en la construcción del fuerte. Un valiente hombre se ofreció voluntario para dar su vida para romper la maldición, y fué enterrado en los cimientos del fuerte, donde hay hay una inscripción en recuerdo a su gran valentía. La India es así, un país lleno de increíbles historias.

En el interior del fuerte estuvimos visitando el palacio, donde se guardan antiguas armas, una preciosa colección de pinturas y se mantienen las habitaciónes del maharaja y sus múltiples esposas tal y como eran. La verdad es que poder disfrutar de las historias de la vida del maharaja a través de la audioguia y visualizarlo todo tal y como era, hace retroceder la mente en el tiempo, y vivir aquellos tiempos tan diferentes a los de hoy. Por cierto, actualmente hay un maharaja de Mehrangarh, pero que al ser reducido a la condición de ciudadano, habita en un palacio a las afueras de la ciudad y dedica su riqueza al mantenimiento de su patrimonio, así como a la exposición del mismo, y a obras de caridad y desarrollo de la zona que un día fue la grandeza de sus posesiones.

A las afueras del palacio, se puede recorrer las murallas y sus impresionantes vistas de la ciudad. Jodhpur, al igual que Bundi, también es una ciudad azul y aquí he aprendido el por que algunas ciudades del Rajasthan són de este color. En primer lugar, eran ciudades habitadas por la casta de los Brahamanes, adoradores de Vishnú, el dios de piel azul, y por eso pintaban sus casas de este color. En la actualidad se mantiene el color azul porque parece ser que auyenta a los mosquitos por la noche.

Por la tarde, nos encontramos con Sarah y Sammy, que acaban de llegar de Udaipur, y aunque se encontraban bastante mal, se animaron a pasear por el movido mercado de la ciudad. Pronto tuvimos que ir al hotel, imaginaos 4 personas con necesidad de baño. Así que estuvimos en el terrado, donde hay una zona chill out y aprovechamos para tocar la guitarra, cantar y echar unas risas, todo ellos compartido con Fergus, un chico inglés que conocimos justo en el hotel. Aprovechamos para hacer una reserva de un jeep para el día siguiente que nos llevaría a visitar los pequeños poblados visnuítas.

La última visita de Jodhpur fue la excursión en jeep a los pueblos visnuítas. Os explico un poco sobre esta interesante población. Los visnuitas son los primeros ecologistas de la India, viven en pequeños poblados en medio de la naturaleza, son puramente vegetarianos, rechazan la violencia y protegen y adoran a los arboles y los animales. Como los animales lo saben y se sienten protegidos, viven en paz en las aldeas visnuitas, por lo que en nuestro tour pudimos ver todo tipo de ciervos, zorros, aves y lo más bonito de todo es que no se espantan ni de los humanos ni de los coches. Cuenta la historia más importante de los visnuitas, que hace tiempo el maharaja necesitaba maderas para su fuerte, y mandó talar árboles de la región donde habitaban los visnuítas. Éstos se negaron a la tala y toda la población salió a abrazar los arboles para que no pudieran ser talados. El ejército del maharaja taló los árboles llevandose por delante brazos y cabezas de toda la población, con lo que murieron 363 personas. Al descubrir lo que su ejercito había hecho, el maharaja se arrepintió y para pedir perdón mandó plantar 363 árboles, uno por cada vida que había quitado. Ahora, en este lugar hay un pequeño templo llamado memorial temple, para recordar la tragedia. Es la primera y una vez en el mundo entero, que toda una población da su vida por salvar la de los árboles. Un ejemplo espectacular. A parte de la vida tan bonita que llevan los visnuitas, también estuvimos compartiendo la artesania de estos pueblos con ellos. Nos mostraron como se hacían todo tipo de artesanías al barro, incluso nos dejaron practicar, pero sin ningun tipo de mecánica, todo con las manos. ¿Que como se hace girar el torno? Pues con un palo y mucha fuerza. También vimos artesanía textil con carpetas, todo hecho a mano, y la tradicional ceremonio del opio, ya que los visnuitas tienen prohibido el alcohol, pero en las ceremonias si pueden consumir opio. Nos dejaron probar una muestra para notar el sabor, pero una cantidad mínima para no colocarnos, ya que el opio es una droga algo fuerte. Y después de esta increíble excursión por los pueblos visnuitas, finaliza la visita a Jodhpur. Mi estomago sigue mal, pero voy a intentar viajar a Jaisalmer, el pueblo del desierto. Nos vemos allí.

Un beso a todos!














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