martes, 8 de mayo de 2012

Trekking Annapurna



 
Hola a todos!

Hoy empieza mi gran aventura, el trekking en el Annapurna Sanctuary. He vaciado mi mochila de cosas pesadas, pues me esperan unos días de larga caminata hasta alcanzar el Annapurna Base Camp, más conocido como ABC, que es el campamento base para la escalada de los picos más altos del mundo, de entre 7.000 y 8.000 metros de altura. Así que en mi mochila llevo lo básico para sobrvivir en las montañas, algo de ropa para caminar, ropa de abrigo que he alquilado para las frias noches, un palo para apollarme en las subidas, pastillas purificadoras para poder beber el agua de los ríos, guantes y gorro para la nieve y algunas galletitas por si el hambre me apreta en el camino.
 
Un autobús me lleva de Pokhara a Phedi, punto de entrada al Annapurna Sanctuary donde empezaré a andar. Me han dicho que es uno de los caminos más difíciles, pero dispongo de poco tiempo y parece ser el más rápido. Al llegar a Phedi, el bus me deja en la carretera, y delante de mi se encuentran unas inclinadísimas escaleras que suben a una montaña. Empiezo a subirlas y nada más empezar me doy cuenta de que va a ser más duro de lo que esperaba. A tan solo 15 minutos estoy agotado, ahogado, mi mente piensa en dar la vuelta y no seguir. Pero no puede ser, he decidio hacer este trekking y lo tengo que conseguir, Cuando empiezo a alcanzar cierta altura veo el río que cruza el punto donde he empezado. Si desde aquí hay unas vistas preciosas, que no puede ofrecerme el camino cuando esté arriba del todo. Así que endurezco mi mente y sigo subiendo. Después de dos horas subiendo las infernales escaleras llego a Damphus, donde me encuentro con la primera aldea de montaña. Preciosas casitas de piedra, un templo budhista, unas vistas increíbles. Todo indica que debo seguir andando. Después de subir tantas escaleras el camino ya no es tan duro, aunque sigue siendo subida, no son escaleras de tan elevada inclinación. Empiezo a meterme en las montañas por caminos estrechos, cruzo pequeñas aldeas de no más de 10 casas. Los aldeanos me reciben con un amable Namasté y amplias sonrisas en sus caras. Me hacen sentir bien, todo empieza a tener mejor aspecto. Tras cinco horas y media de caminata llego a una pequeña aldea llamada Tolka, mi cuerpo se ha acostumbrado a andar, no siento el cansancio tan fuerte como al principio, mi cuerpo da para seguir caminando pero empieza a llover. Como no quiero resfriarme el primer día, me paro a descansar esperando a que la lluvia cese, como algo caliente, y me da el bajón. Decido pasar la noche en Tolka. Además, la aldea se encuentra a orillas de un acantilado, con vistas a una garganta montañosa, desde donde puedo ver los arrozales y campos de cultivo en los inclinados bancales en la laderas de las montañas, y la família que regenta el refugio es amable y acogedora. Después de comer, me doy una ducha, al enfriar mi cuerpo puedo notar el frío de las montañas, por lo que me abrigo con el polar que he alquilado. Me tumbo a leer en mi cama y me quedo dormido. Después de una pequeña siesta, me despierta la conversación de un nuevo viajero que se ha instalado en el hotel. Al ser temporada baja, estamos los dos solos. Salgo a conocerlo. Su nombre es Gibson, viene de Washington, tiene 18 años y es su primer viaje solo. Disfrutamos de una agradable charla. Me doy cuenta de que el cielo está despejado y cual fue mi sorpresa cuando al mirar al horizonte me encuentro con uno de los picos más elevados del parque nacional. A lo lejos puedo divisar la blanca nieve reluciente del Annapuna South, de 7.219 metros de alto. Ahora sí lo tengo claro, tengo que llegar allí como sea. Después de una agradable y gélida charla con Gibson y la família del refugio, me voy a dormir, mañana me espera un largo día,

Me despierto a las 5.45h para tomar mi desayuno y continuar mi camino. El cielo está completamente despejado, así que aprovecho para hacer algunas fotos del paisaje. Una tortilla de vegetales, un pan tibetano con queso de yak fundido y una caliente taza de té con leche será mi desayuno. Me despido de Gibson y la familia y empiezo mi camino. Esta vez me toca bajar durante 2 horas, pues toda la montaña que había subida me tocaría descenderla para ir a buscar otra montaña que subir. Al llegar abajo me sorprende la forma de cruzar el río. Se trata de un puente colgante, inestable, hecho de trozos de madera atados a cables metálicos. A partir de ahora es a lo que tengo que enfrentarme cada vez que pase de montaña a montaña y tenga que cruzar un rio. En el camino, entre aldea y aldea, me encuentro con porteadores. Se trata de personas que trabajan tranportando cosas de una aldea a otra, ya que me encuentro en un parque nacional protegido donde no pueden entrar vehículos de ningún tipo. Los portadores llevan el equipaje que no puede ser soportado por los caminantes, la comida para abastecer a los refugios, los vegetales colectados en los campos de cultivo que se distribuyen por las aldeas, e incluso materiales de construcción como vigas de madera y troncos. Lo más curisos de todo es que todo se transporta cargado a la espalda con una cuerda que se sujeta a la frente del portador. Como todavía estoy en las zonas más bajas, puedo ver grupos de burros que cargan con arroz y otros alimentos que serán distribuidos por los refugios. Es por este motivo, que cuanto más alto está uno, más se encarecen los precios de la comida, bebida y otros artículos que se compran en los refugios. Y no me extraña porque considero que el trabajo del portyeador es de los más duros que he visto en mi vida.

Después de dos horas de bajada, disfrutando de paisajes, aldeas y aldeanos, llego a una aldea llamada New Bridge, donde se encuentra el puente más largo del camino. La gente pasa despacio, con mucho cuidado, ya que es un puente inclinado hacia un lado y que al pisar se balancea como un péndulo. A partir de New Bridge el camino vuelve a endurecerse con inclinadas escaleras. En el siguiente pueblo, Jinhu, vuelve a alcanzarme la lluvia, por lo que hago una parada para comer, mi estómago ya me lo estaba pidiendo. Comparto mi comida con una pareja de Olot, se me hace divertido hablar catalán en medio de los Himalaya. Al terminar de comer descubro que la tormenta era de tan solo 15 minutos y el tiempo me permite seguir mi camino, pero antes de alcanzar el siguiente pueblo, me dispongo a visitar los Hot Springs. Después de 15 minutos de bajada que se convertiran en 30 minutos de subida a la vuelta, llego a unas piscinas de agua caliente a la orilla del río. El agua sale a chorros de un orificio en las rocas, humeando por su altas temperaturas en contraste con el frío del ambiente. La gente disfruta de un baño en dos piscinas que se han preparado con piedras de las montañas, acumulando el agua de los chorros calientes. Yo decido no bañarme, pues si me relajo demasiado, no podré llegar a mi siguiente destino, así que después de hacer unas bonitas fotos, ando de vuelta a Jinhu. Y desde allí, el tramo más duro del camino. Dos horas de intensa subida por unas escaleras que se acercan a los 90 grados. Lo que más me sorprendió fue que en medio de la subida había una pequeña casita donde vivía una madre y un hijo, éste en silla de ruedas debido a un restraso mental. La família vivía atrapada en medio de la nada, aún así recibían al viajero con amable cordialidad, y ofrecían sus bebidas refrescantes para el descanso. Es un claro ejemplo de como vivir feliz en una de las peores condiciones del mundo. Sigo subiendo escaleras durante hora más y por fin alcanzo Chomrrong, a 2.170 metros de alto, Un pueblo donde las casas y hoteles se disponen colgados de la ladera de una inclinada montaña. Al llegar a la cima del pueblo descubro las vistas más impresionantes de todo el camino, un acantilado deja ver de fondo los picos más altos de los Annapurna. A la derecha, el Machhapuchhre, cuya traducción significa cola de pez, con 6.993 metros de alto deja ver su pico nevado reluciente al sol. En el centro, el Annapurna III (7.555 mts) y a la izquierda el Annapurna South. Las vistas parecen sacadas de un cuento, un lugar increíble. Allí conozco a Rocío de Terrassa, a Ricardo de Italia y me reencuentro con Gibson. Se agradece conocer gente agradable con quien compartir los largos momentos de descanso.

Mañana, empieza el verdadero ascenso a las zonas altas de mi camino. Veo la nieve cada vez más cerca. Los inmensos gigantes blancos se presentan delante de mí con un caracter de imposición. Un sentimiento de entre miedo y atracción invaden mi cuerpo. No se que me encontraré ahí arriba pero quiero descubrirlo, pues me encuentro rodeado de las montañas más altas del mundo. Eso sí, a partir de ahora tengo que calcular bien mis pasos, pues el camino empieza a alcanzar alturas peligrosas. Mañana mi seguro dejará decubrirme por sobrepasar la altura de seguridad, 2.500 metros y hay que tener especial cuidado con el mal de altura. Se recomienda no ascender más de 500 metros de altura al día y alimentarse de mucho líquido y ajo. Así que he decidio que a partir de ahora me alimentaré de sopa de ajo. Os veo mañana en el ascenso. Un beso a todos. Os quiero.
















1 comentario:

  1. Annapurna Ghorepani trek ,
    One of the Best view trekking & Rural ethnic Villages .
    This trek starting point drive pokhara to Nayapul walk to starting easy trek through picturesque mountain village , forest of bright rhododendron and a variety of ethnic groups and cultures winding your way up terraced hillside pass through villages of the Gurung and chhetri people and emerge onto ridges to indulge in incredible views . the highlight and high point of the trek is poon hill , which offers the best panoramic view of the high Himalayan in Nepal Annapurna ,Dhaulagiri & fish – tail , and explore ghandruk village teak to Dhampus this trek ending point phedi dive to pokhara .
    http://www.nepalguidetrekking.com/index.php

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