Hola a todos!
Ya estoy aquí de nuevo para poneros al día de las aventutras que la mochila que llevo a cuestas (Mochila Asiática) y yo empezamos a vivir de nuevo por este hermoso continente. Para los que no estáis informados, el blog dejó de publicar posts en Mayo por que tuve que volver a España a arreglar papeles, a la boda de mis primos y a hacer algo de dinero para volver a reanudar esta aventura. Ahora, con los deberes hechos, vuelvo a ilusionarme por aquello que dejé pendiente, mi camino por Asia.
Muchos os pregutaréis donde estoy. Pues es mi segundo día de viaje, y os escribo desde un abergue en Kuala Lumpur, capital de Malasia. Pero llegar aquí no ha sido ni fácil ni aburrido. Cuando estaba todavía en Barcelona mirando vuelos (siempre busco el más barato), me dije que no me importaba cual fuese el destino, el día de salida o cuantas escalas tuviera que hacer siempre que se cumplieran 2 condiciones: que fuese un país asiático y que el precio fuese el mínimo posible. Y así encontré mi vuelo hacia Kuala Lumpur, con 3 escalas. Saldría de Barcelona a las cinco de la tarde para después de 2 horas de vuelo llegar a Bruselas. Esperar tres horas en el aeropuerto y volver a tomar un avión, éste de 6 horas de vuelo, hasta Abu Dhabi. En Abu Dhabi estaría 20 horas de escala comprendidas entre las 6.30 de la mañana y las 2,30 de la noche. ¿No es perfecto para visitar la ciudad? Y encima los Emiratos Arabes Unidos no piden visado para los visitantes de la Unión Europea. Y después de la visita a Abu Dhabi, volvería a tomar el último avión destino Kuala Lumpur. Después de 40 horas de intenso viaje y muy muy agotado, me encuentro en la cama de mi albergue en Malasia y decido escribir este primer paso de la nueva aventura. Así que empezaremos esta nueva temporada con mi estancia de un día en Abu Dhabi.
La noche anterior al viaje había dormido 3 horas. ¿Por que? Porque hay que aprovechar las últimas horas en España saliendo de parranda. En el vuelo a Bruselas pude dormir crerca de 30 minutos y en de destino a Abu Dhabi una hora y media aproximadamente. Así que me presento en la capital de los Emiratos Arabes, con 20 horas para aprovechar al máximo y un sueño que me moría. ¿Que se hace en estos casos? Echarle un par, y luchar contra el sueño y el cansancio durante todo el día. Me vestí con la mejor de mis sonrisas, avisé a mis piernas de que hoy no pararíamos y me fuí directo al corazón de la gran ciudad árabe. Antes, debía cambiar algo de dinero para pasar el día. Cuando me acerco a la ventanilla de cambio de divisas me llevo la primera decepción del país. Un opaco burka de color negro esconde la supuesta belleza inadmirable por las leyes musulmanas de la chica o mujer que iba a cambiarme el dinero. Deberé irme acostumbrando a que no todos los países ni culturas disfrutan de las libertades de mi tierra natal, pero ante todo, tolerancia y respeto. Al salir del aeropuerto ya noto un calor asfixiante que me dificulta la respiración por segundos hasta que me acostumbro al elevadísimo nivel de humedad. Quien haya estado en Asia o Caribe sabe de que hablo. Estoy en el aparcamiento del aeropuerto pero no veo nada más allá a 5 pasos de mi. ¿Qué pasa? Se puede ver la humedad, haciendo volar el estado gaseoso del agua y que no permite ver más que una pared blanca. Bonita estampa de la tímida ciudad. Bienvenido a la nada.
Evito a taxistas y compañías privadas de buses que intentan convencerme de que són la mejor opción para viajar al centro, me informo donde se toma el bus local. Haré parada en Sehikh Zayed, la Gran Mezquita de Abu Dhabi. Se trata de un imponente templo situado en la entrada norte de la ciudad, el cual da la bienvenida a cualquier visitante con su visible exposición, ya que se trata de un gigante edificio construido en medio de nada. Cuanto más me acerco a él, más disfrutan mis ojos. El reluciente márbol blanco, la elegancia de sus minaretes, la majestuosidad de sus cúpulas. Se nota que es una mezquita moderna, fue construida en 2007 y la ciudad donde está construida, pues ha dejado huella en el lujo que la compone. Los Emiratos Arabes Unidos es uno de los países del mundo con mayor producción de petróleo anual, por lo que podréis imaginar que dinero no es lo que falta en este país. Así que decidieron construir esta preciosa mezquita, la tercera más grande del mundo, con 600 millones de dolares. Bañada por enorme piscinas y fuentes, rodeada a los cuatro vientos de cientos de columnas con motivos tallados es piedras semipreciosas sobre mármol blaco, envuelven un lujoso interior que alberga la alfombra más grande del mundo y lámparas de cristal swarosky valoradas en más de un millon de dolares cada una. Así como EAU es el país del dinero y el lujo y ello se nota en la limpieza de sus ciudades, educación de sus gente, y el interminable lujo que ostentan tanto con sus coches como ropas y arquitectura moderna, también es el país de la represión y el control del pueblo a través de un exceso de implantación de la interpretación de las leyes islámicas. En e caso de la mezquita se ve por la imposición en la normativa de vestimenta, que no deja al hombre ir en pantalón corto y a ninguna mujer, sea de la religión que sea la obligan a ir tapada de cuerpo entero y cabeza también. Aunque resulte gracioso ver a decenas de chinas haciendose fotos tapadas hasta elmás mínimo pelo, no deja de sorpender la dureza del control y desigualdad de sexos establecido. Además, hombres y mujeres entran a la mequita por diferente puerta.
Y después de visitar la gran mezquita tomo de nuevo un bus hacia Marina Mall. Se trata del mayor y más lujoso centro comercial de Abu Dhabi, donde se puede observar a los jeques y millonarios de la ciudad (que no son pocos), acompañdos de sus esposas para comprar cualquier tipo de capricho sin la más mínima intención de mirar cuál es el precio que pone en la etiqueta. Y así es, porque Abu Dhabi es la ciudad donde no verás un coche barato o pequeño, donde no verás un ciudadano pidiendo en la calle, es la ciudad donde las necesidad materiales están más que cubiertas para sus habitantes. Derroches inmesurables de dinero en ropa, joyas, restaurantes, hoteles, yates... Marina Mall se encuentra en una pequeña peninsula al oeste de la ciudad, y desde allí se puede visitar el interminable paseo marítimo, de más de 8 km, donde los rascacielos pelean para comprobar quien es el que toca antes las nubes. Cientos de enormes edificios dispuestos en línea frente al mar, en el cual no hay ni una sola ola ya que se construyó un enorme rompeolas que llega hasta el fin del paseo para la comodidad de los bañistas. Como las mejores vistas de la ciudad y el paseo son desde el rompeolas, lo visité caminando de punta a punta del mismo, del cual pude hacer buenas fotos de los edificios, además de visitar el teatro nacional y un museo al aire libre, Este museo se llama Heritage Village y explica la cultura tradicional árabe con muestras y maquetas a tamaño real de la vida en el desierto, en el que se pueden visitar casas de hoja de palmera, construidas con piedra o incluso enormes jaimas de tela.
Y como no podía irme sin probar el agua del Golfo Pérsico, me puse el bañador y me di un chapuzón rodeado de los enormes rascacielos. El agua estaba limpia y muy transparente, pero también tenía una temperatura de jacuzzi que no me gustó nada. Sí, soy un chico de aguas frías, y considero que un chapuzon debe refrescarte después de muchas horas andando a 40 grados con efecto humedad y con una mochila de 12 kg a la espalda. Ahí os dejo una foto de remojón.
Y para terminar el día visité el Emirates Palace Hotel. Se trata del hotel cuya construcción es la más cara del mundo, ya que el estado se gastó más de 3 billones de dolares. Está permitido visitar la primera planta, y ver la belleza de su interior. Un relaciones públicas del hotel me explicó un poco la história y algunas anécdotas, como que en este momento estaba alojado Bill Gates, o que se iban a celebrar los eventos más iportantes del Festival de Cine de Abu Dhabi.
Lo que más me ha gustado de Abu Dhabi, que al tener exceso económico, las entradas a los lugares turísticos son gratuitos y el transporte público muy barato. Además de la amabilidad y cortesía de sus gentes, muy bien educadas. Y lo que menos es el excesivo control y represión del pueblo. Aunque entre la fe y la economía podría decir que los Emiratos Arabes Unidos es un país clasificado a mi parece como País Feliz. Sé que estos temas dan para largos e inquietantes debates, así que ahí os dejo con vuestras reflexiones sobre materialismo y religión. Un fuerte abrazo a todos. Hasta muy pronto.
Ya estoy aquí de nuevo para poneros al día de las aventutras que la mochila que llevo a cuestas (Mochila Asiática) y yo empezamos a vivir de nuevo por este hermoso continente. Para los que no estáis informados, el blog dejó de publicar posts en Mayo por que tuve que volver a España a arreglar papeles, a la boda de mis primos y a hacer algo de dinero para volver a reanudar esta aventura. Ahora, con los deberes hechos, vuelvo a ilusionarme por aquello que dejé pendiente, mi camino por Asia.
Muchos os pregutaréis donde estoy. Pues es mi segundo día de viaje, y os escribo desde un abergue en Kuala Lumpur, capital de Malasia. Pero llegar aquí no ha sido ni fácil ni aburrido. Cuando estaba todavía en Barcelona mirando vuelos (siempre busco el más barato), me dije que no me importaba cual fuese el destino, el día de salida o cuantas escalas tuviera que hacer siempre que se cumplieran 2 condiciones: que fuese un país asiático y que el precio fuese el mínimo posible. Y así encontré mi vuelo hacia Kuala Lumpur, con 3 escalas. Saldría de Barcelona a las cinco de la tarde para después de 2 horas de vuelo llegar a Bruselas. Esperar tres horas en el aeropuerto y volver a tomar un avión, éste de 6 horas de vuelo, hasta Abu Dhabi. En Abu Dhabi estaría 20 horas de escala comprendidas entre las 6.30 de la mañana y las 2,30 de la noche. ¿No es perfecto para visitar la ciudad? Y encima los Emiratos Arabes Unidos no piden visado para los visitantes de la Unión Europea. Y después de la visita a Abu Dhabi, volvería a tomar el último avión destino Kuala Lumpur. Después de 40 horas de intenso viaje y muy muy agotado, me encuentro en la cama de mi albergue en Malasia y decido escribir este primer paso de la nueva aventura. Así que empezaremos esta nueva temporada con mi estancia de un día en Abu Dhabi.
La noche anterior al viaje había dormido 3 horas. ¿Por que? Porque hay que aprovechar las últimas horas en España saliendo de parranda. En el vuelo a Bruselas pude dormir crerca de 30 minutos y en de destino a Abu Dhabi una hora y media aproximadamente. Así que me presento en la capital de los Emiratos Arabes, con 20 horas para aprovechar al máximo y un sueño que me moría. ¿Que se hace en estos casos? Echarle un par, y luchar contra el sueño y el cansancio durante todo el día. Me vestí con la mejor de mis sonrisas, avisé a mis piernas de que hoy no pararíamos y me fuí directo al corazón de la gran ciudad árabe. Antes, debía cambiar algo de dinero para pasar el día. Cuando me acerco a la ventanilla de cambio de divisas me llevo la primera decepción del país. Un opaco burka de color negro esconde la supuesta belleza inadmirable por las leyes musulmanas de la chica o mujer que iba a cambiarme el dinero. Deberé irme acostumbrando a que no todos los países ni culturas disfrutan de las libertades de mi tierra natal, pero ante todo, tolerancia y respeto. Al salir del aeropuerto ya noto un calor asfixiante que me dificulta la respiración por segundos hasta que me acostumbro al elevadísimo nivel de humedad. Quien haya estado en Asia o Caribe sabe de que hablo. Estoy en el aparcamiento del aeropuerto pero no veo nada más allá a 5 pasos de mi. ¿Qué pasa? Se puede ver la humedad, haciendo volar el estado gaseoso del agua y que no permite ver más que una pared blanca. Bonita estampa de la tímida ciudad. Bienvenido a la nada.
Evito a taxistas y compañías privadas de buses que intentan convencerme de que són la mejor opción para viajar al centro, me informo donde se toma el bus local. Haré parada en Sehikh Zayed, la Gran Mezquita de Abu Dhabi. Se trata de un imponente templo situado en la entrada norte de la ciudad, el cual da la bienvenida a cualquier visitante con su visible exposición, ya que se trata de un gigante edificio construido en medio de nada. Cuanto más me acerco a él, más disfrutan mis ojos. El reluciente márbol blanco, la elegancia de sus minaretes, la majestuosidad de sus cúpulas. Se nota que es una mezquita moderna, fue construida en 2007 y la ciudad donde está construida, pues ha dejado huella en el lujo que la compone. Los Emiratos Arabes Unidos es uno de los países del mundo con mayor producción de petróleo anual, por lo que podréis imaginar que dinero no es lo que falta en este país. Así que decidieron construir esta preciosa mezquita, la tercera más grande del mundo, con 600 millones de dolares. Bañada por enorme piscinas y fuentes, rodeada a los cuatro vientos de cientos de columnas con motivos tallados es piedras semipreciosas sobre mármol blaco, envuelven un lujoso interior que alberga la alfombra más grande del mundo y lámparas de cristal swarosky valoradas en más de un millon de dolares cada una. Así como EAU es el país del dinero y el lujo y ello se nota en la limpieza de sus ciudades, educación de sus gente, y el interminable lujo que ostentan tanto con sus coches como ropas y arquitectura moderna, también es el país de la represión y el control del pueblo a través de un exceso de implantación de la interpretación de las leyes islámicas. En e caso de la mezquita se ve por la imposición en la normativa de vestimenta, que no deja al hombre ir en pantalón corto y a ninguna mujer, sea de la religión que sea la obligan a ir tapada de cuerpo entero y cabeza también. Aunque resulte gracioso ver a decenas de chinas haciendose fotos tapadas hasta elmás mínimo pelo, no deja de sorpender la dureza del control y desigualdad de sexos establecido. Además, hombres y mujeres entran a la mequita por diferente puerta.
Y después de visitar la gran mezquita tomo de nuevo un bus hacia Marina Mall. Se trata del mayor y más lujoso centro comercial de Abu Dhabi, donde se puede observar a los jeques y millonarios de la ciudad (que no son pocos), acompañdos de sus esposas para comprar cualquier tipo de capricho sin la más mínima intención de mirar cuál es el precio que pone en la etiqueta. Y así es, porque Abu Dhabi es la ciudad donde no verás un coche barato o pequeño, donde no verás un ciudadano pidiendo en la calle, es la ciudad donde las necesidad materiales están más que cubiertas para sus habitantes. Derroches inmesurables de dinero en ropa, joyas, restaurantes, hoteles, yates... Marina Mall se encuentra en una pequeña peninsula al oeste de la ciudad, y desde allí se puede visitar el interminable paseo marítimo, de más de 8 km, donde los rascacielos pelean para comprobar quien es el que toca antes las nubes. Cientos de enormes edificios dispuestos en línea frente al mar, en el cual no hay ni una sola ola ya que se construyó un enorme rompeolas que llega hasta el fin del paseo para la comodidad de los bañistas. Como las mejores vistas de la ciudad y el paseo son desde el rompeolas, lo visité caminando de punta a punta del mismo, del cual pude hacer buenas fotos de los edificios, además de visitar el teatro nacional y un museo al aire libre, Este museo se llama Heritage Village y explica la cultura tradicional árabe con muestras y maquetas a tamaño real de la vida en el desierto, en el que se pueden visitar casas de hoja de palmera, construidas con piedra o incluso enormes jaimas de tela.
Y como no podía irme sin probar el agua del Golfo Pérsico, me puse el bañador y me di un chapuzón rodeado de los enormes rascacielos. El agua estaba limpia y muy transparente, pero también tenía una temperatura de jacuzzi que no me gustó nada. Sí, soy un chico de aguas frías, y considero que un chapuzon debe refrescarte después de muchas horas andando a 40 grados con efecto humedad y con una mochila de 12 kg a la espalda. Ahí os dejo una foto de remojón.
Y para terminar el día visité el Emirates Palace Hotel. Se trata del hotel cuya construcción es la más cara del mundo, ya que el estado se gastó más de 3 billones de dolares. Está permitido visitar la primera planta, y ver la belleza de su interior. Un relaciones públicas del hotel me explicó un poco la história y algunas anécdotas, como que en este momento estaba alojado Bill Gates, o que se iban a celebrar los eventos más iportantes del Festival de Cine de Abu Dhabi.
Lo que más me ha gustado de Abu Dhabi, que al tener exceso económico, las entradas a los lugares turísticos son gratuitos y el transporte público muy barato. Además de la amabilidad y cortesía de sus gentes, muy bien educadas. Y lo que menos es el excesivo control y represión del pueblo. Aunque entre la fe y la economía podría decir que los Emiratos Arabes Unidos es un país clasificado a mi parece como País Feliz. Sé que estos temas dan para largos e inquietantes debates, así que ahí os dejo con vuestras reflexiones sobre materialismo y religión. Un fuerte abrazo a todos. Hasta muy pronto.
Vaya paseito de 20 horas! Veo que empiezas con ganas las actualizaciones del blog, muy chula esta primera!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte de parte de jose y mio!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola guapetón!!! y nunca mejor dicho...estás guapísimo en la foto del baño, ya ves!! no? que lujazos se gastan ahi...Bueno como dice tu hermana, muy chulo todo y sigue disfrutando y publicando el blog para que podamos verlo todo. Muchos besos y cuídate.
ResponderEliminarBuenos días, muy buen post. Precisamente estoy pensando en hacer una escala en Abu dhabi de camino a Singapur, pero es solo de 4h 20, crees que da tiempo a salir, para darse ese chapuzon rápido o pasear por el centro comercial 1h, y volver al aeropuerto?
ResponderEliminarMuchas gracias
Hola Cesc, la verdad es que vas un poco escaso de tiempo porque el bus del aeropuerto al centro tarda más de una hora. Hace muchas paradas y suele haber mucha trafico.Además te harán un control exhasutivo para entrar al país, la seguridad es muy potente en la aduana. Quizás podrías hacerlo en taxi, aunque ya sabes que te costará un poquito más. Si decides bajarte, lo más impresionante, bonito y cercano es la Grna Mezquita. No te la pierdas. Muy buen viaje!
ResponderEliminarBuenos días!! En dos semanas viajo a Melbourne y tengo escala en Abu Dhabi de 14h. Tenía pensando hacer una visita a la ciudad y justo informándome encontré tu blog. A parte de todo lo que tu hiciste, chapuzón incluído, me gustaría visitar Ferrari World y el Hotel Emirates Palace, pero no sé si serán demasiadas cosas o tendría que verlo todo muy deprisa. ¿Cuál es tu recomendación y lo que aconsejas que vea?
ResponderEliminarPor otro lado ¿cuánto dinero debería cambiar para pasar el día? ¿Aconsejas hacerlo en el aeropuerto o por el contrario mejor llevarlo cambiado desde España?
Muchas gracias!