lunes, 7 de mayo de 2012

Pokhara



 Hola a todos!

Después de la salvaje experiencia en Chitwan, nos despertamos prontito por la mañana para tomar el bus hacia Pokhara. Fuimos a un bar local a desayunar, y esperamos a que el bus pasara, pues en el pueblo de Sauraha el bus no tiene horarios, pasa cuando pasa. Al tomar el bus nos llevó a NayanGhat, un pueblo un poco más grande donde haríamos trasbordo para ir a Pokhara en unas 4 horas. Nada más bajar del bus en Pokhara, Kamal se encontró con un amigo suyo taxista, que nos acompañó a comer unos momos (empanadillas de búfalo típicas del tíbet) en un restaurante local situado en el campo de refugiados tibetano, a tan solo 5 minutos de la casa de Kamal. Después de disfrutar de los deliciosos momos, por fin llegamos a su casa, donde nos esperaba su familia para recibirnos de la manera mas acogedora. La madre de Kamal es divorciada, y trabaja duro para mantener a sus dos hermanas y un hermano estudiantes, no sin contar con la ayuda de los trabajillos que hace Kamal y algunas donaciones benéficas que reciben de algún extranjero que les ayuda a pagar la escuela de los más jóvenes. La casa familiar de Kamal es una casa de campo, situada en medio de arrozales y montañas, en un barrio muy humilde a las afueras de la ciudad. Esto me ha permitido disfrutar de la verdadera vida de campo nepalí, ya que Pokhara es un ciudad muy turística que complica el contacto con el verdadero Nepal. Me ofrecieron una habitación y desde el primer momento se me hizo sentir como uno más de la familia. Esa primera tarde la dedicamos a pasear por el barrio, a conocer a los amigos de Kamal, y a relajarnos en las faldas de las montañas fronterizas a la casa. Por la noche disfrutamos de una exquisita cena a base de Dalgbath, la comída tipica nepalí compuesta de arroz, dhal (sopa de legumbres, casi siempre lentejas), vegetales y en algunos casos carne de búfalo.

Al despertar por la mañana, aprecié lo relajante que era el barrio. No circulaba ningún coche, pues no había más que caminos sin asfalto. El único ruido que se escuchaba era el de los pajarillos, los animales de campo y la gente que despertaba para hacer las tareas rutinarias del hogar. Estas tareas son bastantes diferentes a las nuestras. Lo principal es cuidar de los animales y los huertos, pues es lo que dará de comer a aquellos que no disponen de dinero para comprar comida a diario. La mayoría de las casas no disponen de electrodomésticos, así que hay que hacerse de comida fresca cada día, ya sea de los huertos, granja, comprada en la tienda o cedida por un vecino. La tarea de lavandería se hace en el río más cercano, o con cubos de agua en el patio de casa. El realizar estas tareas cotidianas hace la vida un poco más difícil, pues algo que en occidente hacemos apretando el botón de la lavadora o abriendo la puerta de un frigorífico, en este humilde barrio de nepal lleva la mayor parte de las horas del día. Por este motivo la vida empieza cuando el sol ilumina con sus primeros rayos, hasta que se pone al anochecer. Aún y así, se reparten las tareas equitativamente y disfrutan de cada momento de su vida con alegría. ¡Qué problema tendríamos cualquiera de nosotros si se nos rompiera la lavadora o la nevera! Otra de las incomodidades de la vida en Nepal, son los constantes cortes de luz. La electricidad no da para alimentar a todos las 24 horas del día, así que, sobretodo por la tarde-noche, todo el país se queda sin luz durante largas horas. Algunos negocios de la ciudad tienen generadores eléctricos, pues necesitan seguir vendiendo para poder vivir, pero el resto de la población vive una buena parte del día con velas y sin poder utilizar los enchufes.

A media mañana cogimos el bus que nos llevaría desde el barrio a la ciudad. La vida turística se hace en lo que se llama el Lakeside, pues Pokhara es una bella ciudad rodeada de grandes montañas pertenecientes a los Himalayas, y a la orilla del lago Phewa, donde están todas las tiendas, restaurantes y negocios, el motor económico de la ciudad. Yo necesitaba hacer varios recados como ir al banco, entrar en internet y solicitar información de como hacer trekking en el parque nacional del Annapurna. Al entrar en el cyber café, Kamal fué a hacer un recado y lo perdí, al no llevar móvil ninguno de los dos, no supe más de él en todo el día. Así que aproveché para hacer mis recadillos. Compré un aparato para afinar mi guitarra, compré una guía del Nepal y una novela índia que me habían recomendado, fuí al banco y me hice de información sobre el trekking del Annapurna. Al parecer, para entrar al parque nacional se necesitan 2 permisos que se obtienen en la oficina de immigración, que sirven para controlar la entrada y la salida del parque (así nadie se pierde), además de pagar casi 40 euros de tasas que se destinan, entre otras cosas, para la manutención del parque, escolarización de niños y adultos, ayudas a orfanatos, etc... Mis recados me llevaron todo el día, y al ver que se hacía oscuro decidí ir a ver el anochecer a la orilla del lago Phewa. Una vez se hizo del todo oscuro, tomé un taxi hacia casa de kamal, donde descubrí que no estaba, pues había llamado a casa diciendo que me estaba buscando. Cené con la família y me fui a dormir prontito.

Al despertar por la mañana decidí que ocuparía mi día haciendo turismo, así que pregunté a Kamal por los mejores lugares de la ciudad, y su respuesta fue que no me preocupara, pues él me llevaría a recorrer los puntos más interesantes. En primer lugar fuimos a Devi's Falls, unas cataratas de agua bastante curiosas, pues en vez de caer de arriba al suelo, éstas empezaban en el suelo y su caída era hacia unas cuevas subterráneas. La pena fue que estamos acabando la época seca y esperando a que llegue el monzón, por lo que las cascadas se habían convertido en un chorrito de agua. Pero sí pude ver la caida a las cuevas subterráneas y es curioso ver como la erosión del agua ha podido hacer algo tan atractivo a los ojos.

Después de visitar las cascadas nos dirigimos al campo de refugiados tibetano para pasear en él. En la entrada un grafiti bien grande hacía referencia a la lucha libertaria del Tíbet, con unas grandes lestras que decían "Free Tibet". Para el que vaya un poco flojillo de política internacional, el Tíbet es una zona de china, con cultura própia y ánimos de independéncia por ser una zona oprimida por el gigante chino. Su mayor representante, Dalai Lama, vive exiliado en un pueblo de los himalayas indios, llamado Dharamsala y parte de la població tibetana vive en el exilio entre India y Nepal. El campo de refugiados que visitamos no es muy grande, pero representa un pequeño Tíbet fuera de su país. Tiene un precioso monasterio budista al que pudismo entrar sin problemas, y estuvimos charlando con los simpáticos monjes que residían en él. Después de la visita fuimos a comer a un restaurante dentro del campo de refugiados. Creo que es el restaurante más acogedor en el que he comido nunca, Lo lleva una família tibetana y más que un restaurante parece el comedor de su casa. Se sientan contigo a comer o a hacerte compañía, mientras algunos de ellos siguen con sus tareas habituales. Sus niños corretean por el restaurante como si fuese una guardería. Y la comida es totalmente casera. Comimos Tukhpa, una deliciosa sopa de noodles (fideos largos), con momos añadidos en su interior. Los mejores que he probado en mi vida.

Al salir del campo de refugiados tomamos un bus que subiría por una montaña hasta llegar a una casita de campo, al borde de un precipicio en el que había huertos y animales dispuestos en bancales. Estábamos en casa de la família del padre de Kamal. Nos ofrecieron un té calentito en una terrazita con vistas al precipicio, y disfrutamos de una agradable charla con la nueva família de mi amigo. Después, salimos a andar montaña arriba hasta llegar la World Peace Pagoda. Se trata de un templo budista construído por japoneses, en la cima de una montaña que del otro lado da a unas íncreíbles vistas del lago Phewa y toda la ciudad de Pokhara. Estuvimos haciendo fotos del monumento, disfutando de las vistas desde las alturas, y viendo monumentos dedicados a Budha. Aunque la religión oficial de Nepal es el hinduísmo, la mayor parte de la población es budhista, debido a la influencia de China por el norte y el alto porcentaje de refugiados tibetanos que vive en el país. Bajamos cruzando los bosques de monos que nos llevarían de nuevo al barrio donde vive Kamal. Ahora tocaba relajarse y descansar.

Mañana es mi cumpleaños, así que me he preparado un día de lo más grande. Es mi primer cumpleaños separado de mi gente, y aunque os echo de menos no me entristece, pues por primera vez en la vida no me pesa cumplir años, me siento feliz y pienso celebrarlo por todo lo alto. Buenas noches a todos y hasta mañana, mi gran día. Un beso










1 comentario:

  1. Hola guapissimo!!!!Perdona hace dias que no te e escrito he estado liadilla(y ademas se me paso tu cumple lo siento,FELICIDADES AMOR!!!!!)bueno al lio ya me he puesto al dia de tus aventuras una detras de otra no dejas de sorprenderte y de sorprendernos jajajaj.Mi opinion esta parte del Nepal me gusta mucho mas,mas vegetacion, mas animales, mas no se...personalmente me llena mas.Ademas creo que son muy distintas a las otras no?Bueno guapo espero verte pronto, ya hace dias que no publicas una foto tuya jajajaja me gusta ver tu proceso de hippie jajajajBueno un besazo enorme muuuuaaa

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