Después de la salvaje
experiencia en Chitwan, nos despertamos prontito por la mañana para tomar el
bus hacia Pokhara. Fuimos a un bar local a desayunar, y esperamos a que el bus
pasara, pues en el pueblo de Sauraha el bus no tiene horarios, pasa cuando
pasa. Al tomar el bus nos llevó a NayanGhat, un pueblo un poco más grande donde
haríamos trasbordo para ir a Pokhara en unas 4 horas. Nada más bajar del bus en
Pokhara, Kamal se encontró con un amigo suyo taxista, que nos acompañó a comer
unos momos (empanadillas de búfalo típicas del tíbet) en un restaurante local
situado en el campo de refugiados tibetano, a tan solo 5 minutos de la casa de
Kamal. Después de disfrutar de los deliciosos momos, por fin llegamos a su
casa, donde nos esperaba su familia para recibirnos de la manera mas acogedora.
La madre de Kamal es divorciada, y trabaja duro para mantener a sus dos
hermanas y un hermano estudiantes, no sin contar con la ayuda de los
trabajillos que hace Kamal y algunas donaciones benéficas que reciben de algún
extranjero que les ayuda a pagar la escuela de los más jóvenes. La casa familiar
de Kamal es una casa de campo, situada en medio de arrozales y montañas, en un
barrio muy humilde a las afueras de la ciudad. Esto me ha permitido disfrutar
de la verdadera vida de campo nepalí, ya que Pokhara es un ciudad muy turística
que complica el contacto con el verdadero Nepal. Me ofrecieron una habitación y
desde el primer momento se me hizo sentir como uno más de la familia. Esa
primera tarde la dedicamos a pasear por el barrio, a conocer a los amigos de
Kamal, y a relajarnos en las faldas de las montañas fronterizas a la casa. Por
la noche disfrutamos de una exquisita cena a base de Dalgbath, la comída tipica
nepalí compuesta de arroz, dhal (sopa de legumbres, casi siempre lentejas),
vegetales y en algunos casos carne de búfalo.
Al despertar por la
mañana, aprecié lo relajante que era el barrio. No circulaba ningún coche, pues
no había más que caminos sin asfalto. El único ruido que se escuchaba era el de
los pajarillos, los animales de campo y la gente que despertaba para hacer las
tareas rutinarias del hogar. Estas tareas son bastantes diferentes a las
nuestras. Lo principal es cuidar de los animales y los huertos, pues es lo que
dará de comer a aquellos que no disponen de dinero para comprar comida a
diario. La mayoría de las casas no disponen de electrodomésticos, así que hay
que hacerse de comida fresca cada día, ya sea de los huertos, granja, comprada
en la tienda o cedida por un vecino. La tarea de lavandería se hace en el río
más cercano, o con cubos de agua en el patio de casa. El realizar estas tareas
cotidianas hace la vida un poco más difícil, pues algo que en occidente hacemos
apretando el botón de la lavadora o abriendo la puerta de un frigorífico, en
este humilde barrio de nepal lleva la mayor parte de las horas del día. Por
este motivo la vida empieza cuando el sol ilumina con sus primeros rayos, hasta
que se pone al anochecer. Aún y así, se reparten las tareas equitativamente y
disfrutan de cada momento de su vida con alegría. ¡Qué problema tendríamos
cualquiera de nosotros si se nos rompiera la lavadora o la nevera! Otra de las
incomodidades de la vida en Nepal, son los constantes cortes de luz. La
electricidad no da para alimentar a todos las 24 horas del día, así que,
sobretodo por la tarde-noche, todo el país se queda sin luz durante largas
horas. Algunos negocios de la ciudad tienen generadores eléctricos, pues
necesitan seguir vendiendo para poder vivir, pero el resto de la población vive
una buena parte del día con velas y sin poder utilizar los enchufes.
A media mañana
cogimos el bus que nos llevaría desde el barrio a la ciudad. La vida turística
se hace en lo que se llama el Lakeside, pues Pokhara es una bella ciudad
rodeada de grandes montañas pertenecientes a los Himalayas, y a la orilla del
lago Phewa, donde están todas las tiendas, restaurantes y negocios, el motor
económico de la ciudad. Yo necesitaba hacer varios recados como ir al banco,
entrar en internet y solicitar información de como hacer trekking en el parque
nacional del Annapurna. Al entrar en el cyber café, Kamal fué a hacer un recado
y lo perdí, al no llevar móvil ninguno de los dos, no supe más de él en todo el
día. Así que aproveché para hacer mis recadillos. Compré un aparato para afinar
mi guitarra, compré una guía del Nepal y una novela índia que me habían recomendado,
fuí al banco y me hice de información sobre el trekking del Annapurna. Al
parecer, para entrar al parque nacional se necesitan 2 permisos que se obtienen
en la oficina de immigración, que sirven para controlar la entrada y la salida
del parque (así nadie se pierde), además de pagar casi 40 euros de tasas que se
destinan, entre otras cosas, para la manutención del parque, escolarización de
niños y adultos, ayudas a orfanatos, etc... Mis recados me llevaron todo el
día, y al ver que se hacía oscuro decidí ir a ver el anochecer a la orilla del
lago Phewa. Una vez se hizo del todo oscuro, tomé un taxi hacia casa de kamal,
donde descubrí que no estaba, pues había llamado a casa diciendo que me estaba
buscando. Cené con la família y me fui a dormir prontito.
Al despertar por la
mañana decidí que ocuparía mi día haciendo turismo, así que pregunté a Kamal
por los mejores lugares de la ciudad, y su respuesta fue que no me preocupara,
pues él me llevaría a recorrer los puntos más interesantes. En primer lugar
fuimos a Devi's Falls, unas cataratas de agua bastante curiosas, pues en vez de
caer de arriba al suelo, éstas empezaban en el suelo y su caída era hacia unas
cuevas subterráneas. La pena fue que estamos acabando la época seca y esperando
a que llegue el monzón, por lo que las cascadas se habían convertido en un
chorrito de agua. Pero sí pude ver la caida a las cuevas subterráneas y es
curioso ver como la erosión del agua ha podido hacer algo tan atractivo a los
ojos.
Después de visitar
las cascadas nos dirigimos al campo de refugiados tibetano para pasear en él.
En la entrada un grafiti bien grande hacía referencia a la lucha libertaria del
Tíbet, con unas grandes lestras que decían "Free Tibet". Para el que
vaya un poco flojillo de política internacional, el Tíbet es una zona de china,
con cultura própia y ánimos de independéncia por ser una zona oprimida por el
gigante chino. Su mayor representante, Dalai Lama, vive exiliado en un pueblo
de los himalayas indios, llamado Dharamsala y parte de la població tibetana
vive en el exilio entre India y Nepal. El campo de refugiados que visitamos no
es muy grande, pero representa un pequeño Tíbet fuera de su país. Tiene un
precioso monasterio budista al que pudismo entrar sin problemas, y estuvimos
charlando con los simpáticos monjes que residían en él. Después de la visita
fuimos a comer a un restaurante dentro del campo de refugiados. Creo que es el
restaurante más acogedor en el que he comido nunca, Lo lleva una família
tibetana y más que un restaurante parece el comedor de su casa. Se sientan
contigo a comer o a hacerte compañía, mientras algunos de ellos siguen con sus
tareas habituales. Sus niños corretean por el restaurante como si fuese una
guardería. Y la comida es totalmente casera. Comimos Tukhpa, una deliciosa sopa
de noodles (fideos largos), con momos añadidos en su interior. Los mejores que
he probado en mi vida.
Al salir del campo de
refugiados tomamos un bus que subiría por una montaña hasta llegar a una casita
de campo, al borde de un precipicio en el que había huertos y animales
dispuestos en bancales. Estábamos en casa de la família del padre de Kamal. Nos
ofrecieron un té calentito en una terrazita con vistas al precipicio, y
disfrutamos de una agradable charla con la nueva família de mi amigo. Después,
salimos a andar montaña arriba hasta llegar la World Peace Pagoda. Se trata de
un templo budista construído por japoneses, en la cima de una montaña que del
otro lado da a unas íncreíbles vistas del lago Phewa y toda la ciudad de
Pokhara. Estuvimos haciendo fotos del monumento, disfutando de las vistas desde
las alturas, y viendo monumentos dedicados a Budha. Aunque la religión oficial
de Nepal es el hinduísmo, la mayor parte de la población es budhista, debido a
la influencia de China por el norte y el alto porcentaje de refugiados
tibetanos que vive en el país. Bajamos cruzando los bosques de monos que nos
llevarían de nuevo al barrio donde vive Kamal. Ahora tocaba relajarse y
descansar.
Mañana es mi
cumpleaños, así que me he preparado un día de lo más grande. Es mi primer
cumpleaños separado de mi gente, y aunque os echo de menos no me entristece,
pues por primera vez en la vida no me pesa cumplir años, me siento feliz y
pienso celebrarlo por todo lo alto. Buenas noches a todos y hasta mañana, mi
gran día. Un beso
Hola guapissimo!!!!Perdona hace dias que no te e escrito he estado liadilla(y ademas se me paso tu cumple lo siento,FELICIDADES AMOR!!!!!)bueno al lio ya me he puesto al dia de tus aventuras una detras de otra no dejas de sorprenderte y de sorprendernos jajajaj.Mi opinion esta parte del Nepal me gusta mucho mas,mas vegetacion, mas animales, mas no se...personalmente me llena mas.Ademas creo que son muy distintas a las otras no?Bueno guapo espero verte pronto, ya hace dias que no publicas una foto tuya jajajaja me gusta ver tu proceso de hippie jajajajBueno un besazo enorme muuuuaaa
ResponderEliminar