Hola a todos!
Hoy estoy en Kanyakumari. Para los que vais siguiendo mi ruta en algún mapa, apreciaréis que he llegado a la punta más al sur de la India. Pues este motivo es el que hace de Kanyakumari un lugar mágico. La India es como un cucurucho, que cuanto más al sur más se cierra, y cuando uno llega a la punta de la flecha, y mira atrás, recuerda los diferentes lugares que ha visitado. Como puede ser que en solo un mes la India me haya ofrecido playas de ensueño, ciudades modernas, pequeños pueblos tradicionales, bellísimas estaciones de alta montanya, gente de tan diversa cultura y religión... Como diría mi gran amiga Dhwani, la India es como un Thali gigante, donde se mezclan todo tipo de sabores, y la mezcla siempre tiene un gran sabor.
Os decía que Kanyakumari es un lugar mágico por ser la punta de la flecha ¿verdad? Si mirais el mapa, podréis ver que en Kanyakumari convergen los 3 grandes mares que banyan las costas de la India: El Mar Arábigo, el Mar de Bengala, y el Oceano Índico. Esta mezcla de los tres mares hace que el agua tome distintas tonalidades de colores (no se si se aprecia bien en la foto), y que se puedan ver las corrientes de uno a otro mar. ¿No os parece algo increíble? Además, desde el punto más al Sur del pueblo, mires donde mires encuentras mar. Es precioso ver que te encuentras en un angulo de unos 60ª de tierra respecto a 300ª de mar (quizás para los que sepáis de mates lo he exagerado un poco, pero yo me sentía así). Pues es debido a la estrcura de la tierra respecto al mar que Kanyakumari sea una población de fuertes vientos de mar, con un intenso olor a playa, y un oleaje y mareas algo salvajes.
La vida en este pequeño pueblo se vive en la costa. Hay un gran templo a primerísima linea de mar, donde los hombres no pueden entrar con camiseta, y que tiene unos ghats para el baño, ya que el agua en la India, venga de donde venga es un elemento religioso importante. A la derecha de este templo estuvimos visitando un edificio conmemorativo de la vida de Ghandi, que es este edificio de colores chillones que veis en la foto. Y más a la derecha aún hay una gran torre en el mar, construida única y exclusivamente para poder observar las salidas y puestas de sol sobre los tres mares. No lo dudamos ni un solo momento, a las 18.00h estabamos en la planta más alta de la torre viendo las increíbles puestas de sol. Os parecerá una tontería, pero desde que estoy en la India intento no perderme ninguna puesta de sol. Primero que me parecen increíbles, segundo que es mi conexión natural con mi tierra. Me parece increíble que el sol, la luna y las estrellas sea lo único que pueda compartir con vosotros a tiempo real, y durante la puesta de sol siempre me da por pensar ¿Y si alguien en España estuviera mirando el sol en sete momento? Estaríamos mirando lo mismo desde más de 10.000 km de distancia. Os propongo algo, para los más románticos solo: El sol se pone aquí a las 18.00h aprox. Si alguien quiere conectar conmigo de forma natural que mire el sol a las 13.30h hora española y que tenga por seguro que yo estaré al otro lado viendo como se pone. Bueno, y dejandome de romanticismos, también os dejo un foto de la puesta de sol sobre los 3 mares.
El atractivo turístico más importante de Kanyakumari consiste en subir a un ferry y visitar las dos pequeñas islas que se encuentran a unos 5 minutos de las costa. En la primera de estas islas se encuentra un gran templo construido en lo más alto de las rocas, donde encontramos una sala de meditación y tanto Sammy como yo estuvimos meditando un rato. ¿Sarah donde estaba? Se había perdido porque estaba muy pendiente de hacer funcionar su nueva camara de fotos. En la segunda isla, se encuentra una imponente estatua, a la que se puede acceder sólo hasta sus pies. Le llaman la estatua de la libertad india y está construida en conmemoración a Vivekanda, quién meditó en la isla y exporto su mensaje moral a otros países.
Bueno, pues desde el fin de la India me despido de Sammy y Sarah. Ellas van para Hampi y yo sigo mi ruta en la nueva provincia de Tamil Nadu. Mi proximo destino, Madurai.
Un beso a todos. Os quiero
Hoy estoy en Kanyakumari. Para los que vais siguiendo mi ruta en algún mapa, apreciaréis que he llegado a la punta más al sur de la India. Pues este motivo es el que hace de Kanyakumari un lugar mágico. La India es como un cucurucho, que cuanto más al sur más se cierra, y cuando uno llega a la punta de la flecha, y mira atrás, recuerda los diferentes lugares que ha visitado. Como puede ser que en solo un mes la India me haya ofrecido playas de ensueño, ciudades modernas, pequeños pueblos tradicionales, bellísimas estaciones de alta montanya, gente de tan diversa cultura y religión... Como diría mi gran amiga Dhwani, la India es como un Thali gigante, donde se mezclan todo tipo de sabores, y la mezcla siempre tiene un gran sabor.
Os decía que Kanyakumari es un lugar mágico por ser la punta de la flecha ¿verdad? Si mirais el mapa, podréis ver que en Kanyakumari convergen los 3 grandes mares que banyan las costas de la India: El Mar Arábigo, el Mar de Bengala, y el Oceano Índico. Esta mezcla de los tres mares hace que el agua tome distintas tonalidades de colores (no se si se aprecia bien en la foto), y que se puedan ver las corrientes de uno a otro mar. ¿No os parece algo increíble? Además, desde el punto más al Sur del pueblo, mires donde mires encuentras mar. Es precioso ver que te encuentras en un angulo de unos 60ª de tierra respecto a 300ª de mar (quizás para los que sepáis de mates lo he exagerado un poco, pero yo me sentía así). Pues es debido a la estrcura de la tierra respecto al mar que Kanyakumari sea una población de fuertes vientos de mar, con un intenso olor a playa, y un oleaje y mareas algo salvajes.
La vida en este pequeño pueblo se vive en la costa. Hay un gran templo a primerísima linea de mar, donde los hombres no pueden entrar con camiseta, y que tiene unos ghats para el baño, ya que el agua en la India, venga de donde venga es un elemento religioso importante. A la derecha de este templo estuvimos visitando un edificio conmemorativo de la vida de Ghandi, que es este edificio de colores chillones que veis en la foto. Y más a la derecha aún hay una gran torre en el mar, construida única y exclusivamente para poder observar las salidas y puestas de sol sobre los tres mares. No lo dudamos ni un solo momento, a las 18.00h estabamos en la planta más alta de la torre viendo las increíbles puestas de sol. Os parecerá una tontería, pero desde que estoy en la India intento no perderme ninguna puesta de sol. Primero que me parecen increíbles, segundo que es mi conexión natural con mi tierra. Me parece increíble que el sol, la luna y las estrellas sea lo único que pueda compartir con vosotros a tiempo real, y durante la puesta de sol siempre me da por pensar ¿Y si alguien en España estuviera mirando el sol en sete momento? Estaríamos mirando lo mismo desde más de 10.000 km de distancia. Os propongo algo, para los más románticos solo: El sol se pone aquí a las 18.00h aprox. Si alguien quiere conectar conmigo de forma natural que mire el sol a las 13.30h hora española y que tenga por seguro que yo estaré al otro lado viendo como se pone. Bueno, y dejandome de romanticismos, también os dejo un foto de la puesta de sol sobre los 3 mares.
El atractivo turístico más importante de Kanyakumari consiste en subir a un ferry y visitar las dos pequeñas islas que se encuentran a unos 5 minutos de las costa. En la primera de estas islas se encuentra un gran templo construido en lo más alto de las rocas, donde encontramos una sala de meditación y tanto Sammy como yo estuvimos meditando un rato. ¿Sarah donde estaba? Se había perdido porque estaba muy pendiente de hacer funcionar su nueva camara de fotos. En la segunda isla, se encuentra una imponente estatua, a la que se puede acceder sólo hasta sus pies. Le llaman la estatua de la libertad india y está construida en conmemoración a Vivekanda, quién meditó en la isla y exporto su mensaje moral a otros países.
Bueno, pues desde el fin de la India me despido de Sammy y Sarah. Ellas van para Hampi y yo sigo mi ruta en la nueva provincia de Tamil Nadu. Mi proximo destino, Madurai.
Un beso a todos. Os quiero