Hola a
todos y bienvenidos al Norte de India.
El tren
entre Mumbai y Jaipur tarda 19 horas. Estoy triste por la despedida de Dhwani.
Pero ya sabéis que la suerte siempre me acompaña. Los trenes sleeper suelen
tener 6 camas por compartimento. Pues entre otros, he compartido vagón con José
(Argentina) y Sirine (París), una pareja encantadora que viajan al Rajasthan.
Durante el viaje hemos compartido momentos de charla, cigarrillos a escondidas
en la puerta del tren, un par de cervezas y hemos cambiado libros. Me han caído
tan bien, que he cambiado mi destino y he bajado 3 horas antes de Jaipur, ya
que todo el mundo dice que Jaipur no es muy bonito. Quizás me pierda algo, pero
mejor disfrutar de buena compañía ¿no? Además, Sarah y Sammy me esperan en
Pushkar, pueblo al que nos dirijimos nada más parar en la estación de Ajmer.
Al llegar
a Pushkar buscamos alojamiento. Los albergues más baratos estaban ocupados, y
solo había una habitación que cedí a la parejita para alojarme en una furgoneta
que me ofrecieron por tan solo 50 rupias. La verdad es que la alquilé por una
noche, pero era tan cómoda y barata, que decidí quedarme las 3 noches que pasé
en Pushkar. Lo mejor de todo fue que mi albergue era como una comunidad hippie
hispanoparlante, e hice amistad con un montón de gente. Había gente de Madrid,
Argentina, Francia, La Garrotxa, Tarragona... Y cada uno con su artesanía. En
el albergue compartimos aprendizajes, haciamos macramé que después se vende para
financiar el viaje, enseñé rumba a un chico que se estaba fabricando su propia
mochila. Me ha encantado disfrutar del ambiente de este albergue. Además, allí
conocí a Eddie, amigo de Mariano (el chico Argentino que conocí en
Mahabalipuram) y me dijo que Mariano llegaría a la mañana siguiente. Es
gracioso porque te vas encnontrando con gente que ya conoces a los largo del
viaje. También me encontré con unos chicos que conocí en Goa, y estuvimos
compartiendo unos buenos momentos.
Pushkar
es un pueblito sagrado muy pequeño que rodea un laguito. Al ser un pueblo
sagrado está prohibida la carne, el huevo y el alcohol en todo el pueblo,
aunque encontramos un bar que servían cerveza ilegal. En este pueblo nació
Brahma, el creador del universo, que lanzó una flor de loto y creó el precioso
lago. Es el único sitio en la india donde se puede encontrar un temlo de
adoración a Brahma, ya que no es un dios al que se le suela rezar, ya que los
hinduistas prefieren dioses con funciones más concretas. No se que tiene Pushkar,
que engancha. Tiene un encanto especial, al que los espiritualistas llaman
energía o powerfull. La verdad es que es un lugar que te hace sentir bien.
Alrededor del lago hay templos, casas y
sobretodo milles de tiendas muy baratas para comprar todo tipo de artículos del
Rajasthan, desde joyas, piedras, ropa, cogines, babuchas, saris, pasminas,...
Además,
Pushkar es el pueblo de los camellos. Se ofrecen paseos en camello por las
afueras del pueblo, y en octubre hay una gran fiesta en el pueblo donde los
camellos hacen carreras y exibiciones. También hay un templo de los Sijs. Los
Sijs es una religión minoritária del Norte de la India, que en su mayoría son
adinerados, lucen coloridos turbantes de más de 6 metros perfectamente
colocados y grandes bigotes con las puntas hacia arriba. Sus gentes son amables
y acogedoras, sonrientes y curiosos por conocer sobre otras culturas. En la
visita al templo Sij disfrutamos de la espectacularidad del edificio. Además,
si uno acude para comer o dormir, se le ofrece de forma gratuita sin importar
la procedencia, religión, raza o clase social. Todo el mundo es bienvenido.
Durante la visita asistimos a una especie de misa, donde se rezaba a un gran
libro en el que estaban las escrituras sagradas. Se nos permitió seguir la ceremonia
como si fueramos Sijs.
Después
de tres dias de relax, relacionarme con viajeros de todo el mundo, me despedí
de mis nuevos amigos para tomar rumbo a Bundi, un pueblo antiguo que me habian
recomendado. Ahora viajo sin guía, hago caso de la gente. Más aventura, Más
diversión.
Mirad que gracioso el cartel que encontre en una tienda
Bueno, bonito barato....Bueno bonito, barato......
ResponderEliminarYa tenía ganas de ver la furgoneta, la verdad es que no pinta nada mal! Tráeme un camellito de esos cuando vuelvas... són tan bonitos...!
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