martes, 24 de abril de 2012

Varanasi

Hola a todos!

Bienvenidos a mi despedida de la India. ¡Y vaya despedida! Quien no ha visitado Varanasi alguna vez no puede decir que ha estado en la India. Para los más sensibles una ciudad dura, para los místicos una ciudad mágica, para los religiosos el reino de la vida y la muerte, para el turista, un sinfín de experiencias que nunca olvidará. Para los que no hayais oído hablar de Varanasi, se trata de una ciudad sagrada a orillas del Ganges, donde los hinduístas vienen a morir, ya que a orillas del río serán purificados y su alma podrá ascender con tranquilidad al cielo. Toda la gran curva del Ganges está rodeada por los Ghats en la orilla izquierda. En la orilla opuesta playas fluviales donde la mayoría no se atreve a acceder por miedo a lo que se puede encontrar. Más adelante entenderéis de lo que hablo.

El Ganges que descubrí en Rishikesh no tiene nadaque ver con el Ganges de Varanasi. Se trata del río más contaminado del mundo. En el se vierten desechos industriales, todos los desechos fecales de la ciudad que alcanza niveles extremos, además de todas las cenizas de las cremaciones de difuntos y algunos cuerpos sin quemar. Aún y así, sigue siendo la Madre Ganga, el río más sagrado de India, por lo que todos los hindúes se bañan en él para alcanzar la purificación del alma a través de sus aguas. Haciendo de tripas corazón yo también he querido bañarme, pero mis compañeros de viaje me han acosejado e incluso medio prohibido hacerlo, pues parece ser que es facil contagiarse de alguna enfermedad. Yo creo que el miedo es la peor enfermedad que tenemos en occidente, pero una vez más se me ha metido en el cuerpo y he decidido no bañarme. Los hindúes hacen las abluciones cada día, y la verdad es que merece la pena verlos chapotear en el agua putrefacta sin que les pase nada. ¿Será el poder de la fe, o sera que estan acostumbrados a la contaminación y las bacterias?

Por la noche se hacen dos pujas (ceremonias religiosas) importantes, donde se cantan mantras y se hacen ofrendas tanto a los dioses como al río. La ceremonia contiene elementos como el fuego, el incienso, el agua, las flores, el humo, frutas. Todo ello acompañado de gongs, campanas, que provocan un estruendo ensordecedor. Aún sin entender lo que está pasando en la ceremonia merece la pena disfrutar de ella por lo menos una de las noches.

Bueno, ya que Varanasi es la ciudad entre la vida y la muerte vamos a hablar un poco de los rituales funerarios de la ciudad. Varanasi es una ciudad de callejuelas estrechas, y entre ellas, cada pocos minutos se ven pasar familiares de difuntos cargando a hombros con una cama hecha de caña de bambú, donde el difunto yace acostado y envuelto de una sabana y algunos adornos religiosos. Los familiares (todos hombres) recorren las callejuelas de la ciudad cantando mantras en voz alta hasta llegar a los crematorios a orillas del Ganges. La verdad es que la primera vez que te pasa un muerto por encima se te encoge el corazón, se te corta la respiración. Luego, cuando ya has visto 50, sigue impactando, pero ya lo tomas con más normalidad. Incluso Ainoha fue atropellada por un muerto sin darse cuenta y menudo susto se llevó. Cuando el muerto llega al crematorio se le baja a orillas del río y se sumerge en el agua sagrada del Ganges para su purificación. Después se le saca y se le lleva a una pira donde la familia ha comprado la leña que ya está preparada para acoger al difunto. Se le coloca entre maderas, y el primogenito enciende el fuego que lo incinerará y liberará su alma. Después da 5 vuetas a la hoguera y todos se sientan a ver como el cuerpo es devorado por las llamas. Las piras son al aire libre, en las orillas del río, así que todo el mundo puede asistir a los rituales de cremación, eso sí con el máximo respeto y sin hacer fotografias. Para la cremación de un cuerpo se necesitan alrededor de 350 kg de madera y 3 horas de incineración. Una vez se acaba de quemar, el alma ya está purificada, así que sus cenizas son arrojadas al Ganges, donde se hará efectiva la liberación del alma. Pero, ¿todo el mundo sigue el mismo proceso? No. Los recien nacidos, las mujeres embarazadas, los que murieron por viruela o picada de serpiente, los babas, se libran de la incinaración ya que se considera que sus almas ya son puras, por lo que sus cuerpos son arrojados al Ganges sin quemar. Se trasladan en barca al centro del río, y atados a una piedra se les deja undir. Antes os decía que poca gente se atreve a cruzar a la otra orilla del rio, pues aquí tenéis el motivo. Nosotros nos acercamos en barca y vimos un cuerpo al que algún perro había sacado del río y yacía tumbado en la orilla, el pleno proceso de putrefacción, esperando a que los cuervos, perros u otros animales terminen el proceso. Para los más pobres, que no disponen de dinero para comprar la madera, hay un crematorio eléctrico comunitário, pero logicamente la purificación no es perfecta. Supongo que también entendéis porque no me dejan bañarme en el río no? Mi unico miedo es encontrarme con alguien o parte de alguien en el agua, pero supongo que tiene que ser mucha mala suerte. En cuanto a los crematorios, es espectacular verlos por la noche. Decenas de hogueras humeando, familiares rodeandolas, cantando mantras, una puerta entre la vida y la muerte que produce extrañas sensaciones y sentimientos en nuestro interior. En cada crematorio hay un fuego eterno, que se trata de una hoguera que fue encendida hace varios miles de años y que nunca se ha apagado. Son cosas únicas que solo puede disfrutarse en una cultura tan antigua como es la india.

Otra de las cosas interesantes en Varanasi son las barquitas. Cientos de botes esperando en la orilla para darte un paseo por el río y enseñarte los diferentes ghats, crematorios y todo lo que uno quiera ver. Nosotros subimos dos veces, la primera después de la salida del sol, donde el agua del Ganges adquiere un color precioso. La segunda vez fue a las 4 de la mañana. ¿Os acordais de Jorge, el músico de Rishikesh? No se si os conté que Jorge toca un instrumento angelical llamado hand. Pues subimos a un bote grande, donde Jorge puso el ambiente musical, comimos frutas que habíamos comprado la noche anterior y fumamos chilum para alcanzar la otal calma de la mente. Ver la salida del sol cuando tu cuerpo y mente están totalmente en paz, con música celestial de fondo, los ghats y sus fieles como paisaje y un bote surcando las tranquilas aguas del Ganges es una experiencia única en el mundo. Nunca he sdabido definir la felicidad, pero supongo que estos momentos de paz deben ser muy parecidos. Después de dejar el bote, un buen desayuno vegetariano, y listos para una buena siesta, ya que el calor empieza a apretar con fuerza y el cansancio del madrugón debe recuperarse.

Varanasi es una ciudad que engancha. Nada que hacer, mucho que ver. Otra de las grandes experiencias ha sido compartir las tardes con dos babas que son dos amores. Al anochecer ibamos a su templo, que es una raíz de un arbol incrustado en las paredes del ghat principal, donde tienen sus fotografías de los dioses, su altar dedicado a Shiva, y un corrillo de fieles que les facilitan todo lo que necesitan. Nosotros les llevabamos afrendas frutales, que después compartiamos en grupo, charlabamos con ellos, sentiamos su energía y disfrutábamos de su sabiduría, todo ello, como no, acompañado del ritual sagrado del chilum. Uno de los babas nos explicó que fuamaba 200 chilum cada día y que su dieta era de 1 comida diaria. Su higiene se basa en 2 baños diarios en el Ganges, uno por la mañana y otro por la noche, y viven meditando casi las 24 horas del día. Se alimentan de las ofrendas de los fieles, y su vida, entregada a dios, se mantiene única y exclusivamente por la fe en su dios, Lord Shiva. Uno de los babas nos enseñó a rezar con el collar de Rudrasha, que es la semilla de Shiva, obtenida de un árbol que crece en los Himalayas. El coller se compone de 108 semillas y se usa a modo de rosario, cada semilla es la repetición de un mantra que suena algo así como Om Nama Shiva (seguro que lo he escrito mal, pero os podeis hacer una idea). Jorge hizo una ofrenda musical con sus instrumentos, cada vez que toca los hands convierte el instante en un momento mágico. Grácias por tu música y compañía Jorge.

Y con estos 5 días disfrutando de una ciudad tan mágica como Varanasi, me despido de la India. Me voy apenado pues me gustaría disfrutar más del país. Cuando pasas aquí 3 meses te das cuenta de que justo acabas de empezar a entender algo, que se te ha abierto una puerta a un nuevo conocimiento, una nueva cultura, una nueva forma de vida. Pero tres meses no es suficiente para decir que uno conoce la India, yo diría que he empezado notar su sabor. Pero como no me gusta que me pongan el caramelo en la boca y me lo quiten justo cuando lo empiezo a disfrutar de verdad, he decidido que volveré en cuanto me dejen volver a entrar con un visado nuevo. Así que mi pena no es tan grande, pues no digo adiós a este increíble país, sino que le digo ¡Hasta pronto amiga India! Además, yo creo que nos pasa a todos los que hemos pisado tierra India, pero me llevo un trocito del país en el corazón. Te echaré de menos. Dhanyavad (Gracias). Mein jaldi Ao (Volveré pronto).

Quiero agradecer los buenos momentos que he compartido con los viajeros en Varanasi. Un fuerte abrazo para Tita, Ana, Jorge, Jose, Ainhoa, Irene y Sarah. Os quiero un montón y os echaré de menos. Que tengáis muy buen viaje allá donde estéis y nunca os desprendáis de lo que aprendisteis en India. Namasté. India is in your heart, you are in me heart. Dhanyavad.

















Kajuraho

Hola a todos!

He llegado a Kajuraho a las 13h y lo que he sentido es un calor para morirse. He buscado un hotel recomendado en la guía y me he encerrado en la habitación. Me parece que mis últimos días en India van a ser duros. En la habitación aprovecho para leer, escribir en el blog, hacer macramé, tocar la guitarra,... Así que la verdad es que no me aburro nunca, es más podría decir que me falta tiempo para mí, y más cuando viajo acompañado. Estos días solo me están sentando de maravilla.

Kajuraho es el pueblo conocido como el pueblo del Kamasutra, ya que en el se encuentran los conocidos templos de la sexualidad. Pero además de eso es un lugar tranquilo para descansar, o eso parece, ya que hay mucha naturaleza alrededor del pueblo. Pero lo que me he encontrado al salir al anochecer a pasear es el agobio de los vendedores mucho más intenso que en otros lugares. Parece ser que en temporada baja, el índice de vendedores por turista es elevadísimo, así que tienen que pelear con agresividad para conseguir las pocas rupias que el turista quiera gastar. La verdad que se me hizo muy pesado, incluso he llegar a perder la paciencia, cosa que no suele pasarme porque entiendo que es su trabajo y que tienen que ganarse la vida, pero en Kajuraho ha sido exagerado. Además se nota que es un`pueblo dedicado cien por cien al turismo, ya que todos los restaurantes tienen carta occidental y alimentarse a base de pasta y pizza es lo más fácil aquí. Aún y así, resulta bonito pasear por el pueblito y sabiendo seleccionar bien, hay gente muy agradable dispuesta a mantener una bonita conversación contigo.

Pero bueno, mi primer día y medio en Kajuraho fue puro relax. Por la mañana temprano salía a pasear y comer. Cuando el sol apretaba no comía, no salía de la habitación, con el ventilador al máximo dedicaba tiempo para mi. El segundo día que estuve en Kajuraho tuve que ir al hospital, es una experiencia más en India. Parece ser que durmiendo había mordido el piercing que llevo en el labio, me había rajado un poquito y había pillado una infección. Además al morderlo cerré el aro y era imposible sacarlo. En el hospital me atendieron de maravilla, un doctor simpatiquísimo que me atendió al momento. Necesité anestesia local porque el dolor no me dejaba sacar el pendiente, así que me metieron en una especie de consulta, que parecía como en las pelis de miedo, esos hospitales abandonados, sucios, con las herramientas de operar por encima de la mesa. Yo pensé que si la anestesia era total en vez de local me despertaría con algún organo de menos. jajaja. Pero el doctor se portó de manera ejemplar, profesional, cariñoso, muy muy bien, y me quitó el aro sin ningún tipo de dolor, Además hicimos amistad, ya que al verme los tatuajes se interesó por mis aficiones musicales, ya que sus hijos son músicos los dos. Me invitói a cenar a su casa por la tarde para conocer a sus hijos y compartir un rato de música, pero me dió mucha pena no poder asistir, ya que la medicación que me dió parala infección era fortísima y me destrozó el estómago. Me quedé descansando en el hotel y ellos se quedaron esperandome. De todas formas lo ví al dia siguiente, me dio su dirección, teléfono y mail, para que la próxima vez que venga a India pueda ir a visitarles.

El último día en Kajuraho fue un día increíble, mágico. Me desperté pronto para visitar los templos del Kamasutra. Nada ´más entrar encontré a Ainoha, una pamplonica residente en Berlín con la que visitaría todo el recinto de los templos. Estuvimos riendo de las esculturas sexuales, porque la verdad es que parece increíble que una sociedad tan pudorosa com es la Índia de hoy, fuera capaz de grabar en sus templos tales imagenes. Todo tipo de posturas sexuales, parejas, trios, orgías, zoofilia, todo lo imaginable e inimaginable respecto al sexo estaba allí grabado. Aunque no todo era porno duro, también había escenas muy románticas y otras sensuales. Ahí os dejo unas imagenes (no aptas para menores) para que os hagáis una idea.

Después de los templos Ainoha me llevó a conocer un restaurante donde se comía muy bien y barato, y donde había hecho un amigo local que quería presentarme, Khan. Estuvimos comiendo algo, charlando, compartiendo experiencias... Conociéndonos. Fue bonita la coincidencia de saber que habíamos comprado el mismo billete de tren, esta noche partiríamos los dos hacia Varanasi. Yo me fui a descansar al hotel por que mi estómago seguía sufriendo el efecto de los medicamentos, pero antes, Khan nos propuso ir a cenar a su casa porque iba a preparar nada más y nada menos que ¡Tortilla de Patata! Khan es un enamorado de España, su hermano vive en Granollers porque tiene una tienda allí y se casó con una catalana, y Khan ha ido varias veces a verle. Así que estuve viendo sus fotos en Parc Guell, Tossa de Mar, incluso Cadiz y Port Aventura. Además Khan habla muy bien español y está leyendo novelas en nuestro idioma, y cocina a la española de muerte. Sabe hacer patatas bravas, croquetas y lo mejor de todo, la tortilla de patatas, buenísima. Ah! Para las chicas solteras, que sepais que Khan busca una novieta española, así que animaros que es un partidazo.

Después de cenar tomamos un rickshaw a la estación de tren, nuestro tren saldría a las 23.20h. Lo que no sabíamos es que en el viaje d ela noche se agrandaría el grupo, pues nos esperaban Jose de Barcelona e Inés de Madrid para conocernos. Como se dice en Catalunya "Com més serem més riurem" (creo que estoy empezando a echar de menos la tierra, jajaj) así que encantados de conocer a dos personas tan maravillosas y poder compartir el camino entre Kajuraho y Varanasi. Además, parece que cuando uno tiene una necesidad, la vida se la cubre. Yo no quería viajar solo a Varanasi, porque me pone un poco triste saber que es mi ultimo destino en la India. Los tres meses han pasado volando, mi visado está a punto de caducar y tengo que abanonar el país. Pero no antes si disfrutar al máximo mis 5 últimos días en Varanasi con la gran compañía de Ainoha, Jose e Inés.











domingo, 22 de abril de 2012

Orchha

 
Hola a todos!

Después de dejar Fathepur Sikri tomé un bus de nuevo a Agra, ya que Fathepur es un pueblito tan pequeño que no tiene conexiones con otras ciudades. Ya en Agra pude tomar un tren hacia Jhansi, la ciudad más cercana a mi próximo destino, Orchha. En mi guía dice que hay buses entre Jhansi y Orchha durante todo el día y hasta las 22h, pero mi sorpresa fue que el último bus había salido a las 20h. Al ser temporada baja por que es época de mucho calor, los servicios se reducen a la mitad, así que me tocó viajar en Rickshaw los 21 km que separaban Jhansi de Orchha. Eso sí, el señor fue muy amable conmigo, pues le dije que estaba hambriento y me aconsejó comer en un restaurante de carretera porque en Orchha todo cerraba muy pronto, así que nos fuimos a cenar juntos a un restaurante que estaba muy muy rico. Al llegar a Orchha, sobre las 23h, solo tenía la opción de buscar un hotel y descansar.

Orchha es un pequeño pueblo en el camino entre Agra y Kajuraho, del que la guía habla muy poco y parece no muy importante. Pero muchos viajeros me habían recomendado pasar allí un día, así que ya que está de camino, ¿por que no intentarlo? Al despertar por la mañana salí a desayunar y me puse a andar. Cual fue mi sorpresa cuando descubrí la belleza de Orchha. Se trata de un pueblo medieval, con montones de palacios y templos antiguos, lo llamé Praga de la India. Más tarde, al encontrarme con una chica de Madrid que también visitó Orchha me dijo lo mismo, sí sí, es Praga. Por 250 rupias puedes sacar un tiquet que incluse la entrada a todos los palacios y templos. Para mi gusto, lo más bonito fue salir del pueblo por un caminito, cruzar un río que lo rodea, y disfrutar del reflejo en el agua de un conjunto de templos preciosos. Además, es un pueblo que al no estar muy publicitado en las guías turísticas, resulta puramente indio. Así que aproveché para hablar con locales de Orchha, y la verdad es que hoy en día sigue sorprendiendome la hospitalidad y honestidad del pueblo indio.

Paseando al mediodía encontré un chico que se interesó por conocer un poco de ese turista que deambulaba por su pueblo. Mi dijo que acababa de montar un pequeño restaurante en su casa, y que fuese a verlo. Acabé en su casa viendo una serie de Bollywood, mascando tabaco en hoja, y compartiendo cosas de España e India en su ordenador con Internet. Lo mejor de este bonito país es que cuando te levantas nunca sabes como te va a ir el día, que nuevas sorpresas vas a encontrar, con quien vas a ir o donde vas a estar. Y lo bonito es que cada día te ofrece nuevas sorpresas. Después de tanta monotonía en España, esto hace que disfrutes cada día como si fuese el primero.

Ya a la tarde, una niña que decía llamarse Silvia, que hablaba perfectamente el español porque lo estaba estudiando en la escuela, y que acompañaba a su madre vendiendo en un puestecillo de la calle, me invitó a ver sus productos. Como le dije que iba a ir a comer me llevó al restaurante de su hermano, me subieron al terrado y Silvia trajo como a 15 niños más que me acompañarían durante la cena. Después, claro está, algo esperaban de mí. Pues lo que querían era esperar a que acabase de cenar para jugar conmigo. Se colgaban de mi espalda, de mis brazos, querían que les columpiara, se peleaban por agarrarme de la mano. Una noche muy divertida con estos niños tan agradables que antes de irme me regalaron dos pulseritas con cascabeles. Intentaré mantenerlas en mis manos todo el tiempo posible, porque cada vez que las veo me acuerdo de ellos y del buen rato que pasamos. Cuando estás en India descubres que no solo se disfrutan sus monumentos, cultura, paisajes o cosas a las que no estamos acostumbrados,  si no que la sonrisa de un niño, con esas caritas tan bonitas y esos ojazos indios, son capaces de cambiarte el ánimo hasta en el peor de tus días.

Después de cenar me fui a dormir prontito, ya que mi tren saldría a las 7 de la mañana hacia Kajuraho, y me tocaría madrugar bastante. Nos vemos mañana. Un beso a todos. Ah! Y no hagais caso a las guías, venid a Orchha, os enamorará.

Se me olvidaba una cosa. A ver, en el post de Rishikesh expliqué algo sobre los babas, pero parece que hubo confusión con otra foto que colgué. La primera foto, el de la cara azul era un niño disfrazado de Shiva, el dios de la destrucción. Para que quede más claro lo que es un baba os he dejado una bonita foto en este post. Un baba o sadhu es como un mendigo religioso, que lleva una vida lo más simple posible, es decir que son los maestros del no hacer. Se dedican a la meditación, al rezo, al canto de mantras, viven en la calle o en cuevas en las montañas, algunos en ashrams, se alimentan de las donaciones de sus fieles, y dan consejo a quien quera pedir, ya que al dedicar su vida a la meditación adquieren conocimientos que las personas que nos ocupamos de trabajar y vivir no llegamos a conocer. Para relajar su mente y conectar con lo divino fuman chilum a todas horas, que es una pipa rellena de marihuana, ya que es una droga sagrada en la India la cual Shiva ya fumaba en sus tiempos. Sus vestimentas y maquillaje son puramente religiosos, según al dios que sigan llevarán una imagen u otra.

Bueno, si teneis alguna duda sobre los babas, podéis escribir. Espero haber aclarado algunas dudillas que había por ahí. Ahora sí un beso a todos,










Fathepur Sikri


Hola a todos!

Os habéis recuperado ya de la visita al Taj Mahal? Yo todavía no. En mi cabeza no deja de aparecer su imagen, tan grande, tan bonita. Espero llevarla dentro durante unos días. Bueno, pues en este blog voy a explicar mi visita a Fathepur Sikri, una ciudad fantasma a tan solo 1 hora de Agra.

Al despedirme de las chicas y tomar el bus hacia Fathepur Sikri, me dormí nada más salir de Agra, mi cuerpo ya no podía más. Como recordareis no habíamos dormido nada y el día en Agra fue uno de los más intensos del viaje. Alguien me despertó a la hora gritandome: !Fathepur! !Fathepur! Bajé del bus con la mochila, que hoy me pesaba más que nunca, y me decidí a buscar un hotel que recomendaba la guía. Al tomar la calle principal, me di cuenta que estaba en un pueblo originalmente indio. No había ni un solo turista, el bullicio de la calle principal y la suciedad, daba a entender que iba a disfrutar de un día de la verdadera India. Encima de la calle principal, una colina donde se podía ver la Gran Puerta Sublime de la ciudad fantasma, así que para allí me dirigí, pues se suponía que encontraría el hotel. En el camino se me presentó un chico muy joven, me ofreció su ayuda y me llevó al hotel que buscaba argumentando que estaba cerrado por una nueva ley que prohibía los negocios tan cercanos a la ciudad antigua. Como él había estado unos años trabajando en un hotel, me llevó a él asegurandome un buen precio y buen servicio, y así fué. Conseguí, negociando un poco, una habitación doble en un limpio hotel con vistas al horizonte desde lo alto de la colina, por tan solo 100 rupias. Lo único que no me gustó fue que al pedir par el restaurante descubrí que todo el trabajo del hotel (cocina, limpieza, estc...) recaía sobre un chico de 12 años que hablaba y servía como si tuviera 40 años. El chico me aseguró que estaba siguiendo bien los cursos escolares y que justo ahora aprovechaba las vacaciones para ayudar a la família, pero aún y así no me pareció justo que un niño trabajara tan dura mientras su padre estaba todo el día sentado en la puerta y su tío se paseaba borracho día y noche por el hotel. Bueno, es un ejemplo de los menos duros de lo que estoy viendo en la India pero considero que un niño de 12 años debería aprovechar sus vacaciones para jugar con otros niños, ya que si le oyerais hablar os darías cuentas que es un niño adulto, su infancia e inocencia ya han pasado. De todas formas hicimos muy buenas migas, Sadil es un chico simpatiquísimo, muy buen cocinero, y tan inteligente como para mantener buenas conversaciones con él durante horas y horas. Después de una ligera cena, me acosté a dormir, pues mi cuerpo estab derrotado, así que dejaríamos la ciudad fantasma para mañana.

Por la mañana me despierto prontito, me tomo un buen desayuno con Sadil, y me dispongo a visitar la ciudad antigua. Os explico un poco la história de Fathepur Sikri, para que entendáis por qué visitaba una ciudad donde el turismo casi no llegaba. Fathepur fue construida en 1572 por el emperador Akbar para instalar su corte, y éste al cual se describe como un espíritu curioso, universal y con una alegría casi infantil, diseñó esta ciudad como una extraña fantasía arquitectótica mezclando inspiraciones religiosas muy difrerentes como el hinduísmo, la religión musulmana, el jainísmo e incluso la religión cristiana. Pues esta capital fue abandonada a los 15 años de su construcción, por falta de agua para toda la población. Es por este motivo que es la ciudad antigua mejor conservada de toda la India, donde sus palacios, monumentos, contrucciones religiosas no se han deteriorado con el tiempo por el uso.

Al llegar a la Gran Puerta Sublime, a los pies de una interminable escalera, se aprecia la grandeza del imperio por el volumen y detalles de la puerta. Creo que es lo que más impacta de todo el conjunto. En su interior se encuentran diferentes palacios, mezquitas, estanques, plazas, viviendas, cementerío, todo de ladrillos color rojo, los mismos que se usaron para construir el Fuerte Rojo de Agra. Las únicas incomodidades de Fathepur Sikri son el agobiante calor que ya empieza a apretar en la India, y lo peor de todo, los vendedores. Al ser pocos los turistas que nos acercamos a visitar la ciudad y muchos los vendedores y artesanos, el agobio es constante. Necesitan ingeniarselas de forma más audaz para conseguir la atención y compra del turista, así que ves trucos que no se ven en otras partes de India. También hay que decir que la mayoría de los que se ve trabajar son niños, así que puedo creerme la explicación que me dió Samil sobre las vacaciones o realmente creer que es un pueblo pequeñito con una tasa de escolarización muy baja donde los chicos se buscan la vida en la calle desde muy jovencitos. Es el pueblo índio donde más trabajo infantil he visto hasta hoy, así que con una mezcla de impotencia, pena y rabia me voy a comer algo al hotel antes de partir hacia el siguiente destino: Orchha.

Os dejo una curiosidad que he visto en el Norte de la India y que me hacía gracia explicaros. ¿Alguien sabe por que la vaca es sagrada en la India? Hay varios argumentos, pero uno de los principales es que es la madre de todos los Hindúes, ya que es la que alimenta a la población. Cuando un bebé necesita leche, a vaca le alimenta. Cuando un adulto necesita alimentarse (recordad que son vegetarianos y viven del campo), la vaca enriqueze los campos del país con sus excrementos. Cuando una família necesita cobijarse del frío, las casas del norte de la India son rebozadas en su interior con excrementos de vaca, una forma rudimentária pero muy efectiva de aislar termicamente los hogares para no sufrir ni el frío ni el calor. Otra de las formas de convertirla en aislante es hacer este tipo de pasteles que veis en la foto, donde las eces se recojen, amasan, y se les da esta forma que después servirá como ladrillo para construir cabañas o incluso como tejas para cubrir los techos de sus casas. Después de todas las aportaciones positivas que dan las vacas a la sociedad hindú, ¿quién iba a pensar en comerselas? Por eso son símbolo de respeto, devoción, viven en las ciudades compartiendo la calle con los humanos, y son alimentadas por los indios a diairo.

Espero que os haya gustado la anécdota, un beso a todos y nos vemos en Orchha








Agra

 
Hola a todos!

Mi última noche en Delhi fué fatal, los mosquitos me acribillaban y el calor por la noche era insoportable, así que no dormí casi nada. El despertador sonó a las 5.30h pues a las 7h de la mañana tomaríamos nuestro tren al próximo destino. Las chicas tampoco durmieron, así que ibamos todos como zombies. Pensábamos dormir en el tren, pero iba tan lleno, que apenas encontramos un sitio donde sentarnos, así que pasamos casi las 4 horas de trayecto de pie.

Bueno, pero tanto sufrimiento merecería la pena, Tanto para mí como para vosotros, porque sé que muchos de los que seguís el blog lleváis tiempo esperando este momento. Así es, estoy en Agra y me dirijo a visitar el tan conocido y esperado Taj Mahal, una de las siete maravillas del mundo. Todo el mundo nos ha dicho que debido a la importancia turística del Taj Mahal, Agra se ha convertido en una ciudad insoportable. Los rickshaw sobrevaloran sus precios de forma abusiva, los vendedores son mucho más pesados que en cualquier otro lugar, y los hoteles carísimos. Así que nuestra idea era ver el Taj Mahal por la mañana, ver el Fuerte Rojo por la tarde, y a la noche despedirnos para viajar cada uno a nuestros destinos. TIta y Ana se iríasn a Jaipur a comprar productos del Rajasthan y yo quería visitar Fathepur Sikri, una ciudad abandonada, pero esto os lo explicaré en el siguiente post. Pues la jugada nos salió perfecta, pues en la estación de trenes de Agra el govierno había puesto precios fijos para alquilar rickshaws por horas y destinos y así evitar el timo al turista. Alquilamos un rickshaw por 5 horas que incluía Taj Mahal, Fuerte Rojo y descanso para comer. Con el hambre que traíamos lo primero fue el descanso para comer.

Y después de comer los nervios empezaban a crecer, era la hora de enfrentarnos cara a cara con la gran maravilla. En la entrada del Taj Mahal te llevas el gran sopresa, 750 rupias para extranjeros, 20 rupias para indios. Bueno, si quieres ver una maravilla del mundo, su precio valdrá. Pagamos la entrada y al cruzar la puerta nos encontramos con unos bonitos jardines y una enorme puerta al fondo, del mismo color que el fuerte rojo de Delhi. Suponíamos que esta puerta estaba hecha para cubrir el Taj Mahal y que al cruzarla te lo encuentres de frente y la sorpresa sea mayor. Y así fue, al cruzar la puerta no podía creer lo que estaba viendo. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, la boca abierta, supongo que una cara de bobo que si me viera desde fuera me habría reído, y a pesar de haber miles de visitantes, estuve aislado de todo durante lo que me parecieron unos 15 minutos.Cuando volví a reaccionar, me di cuenta que había derramado alguna lagrimilla y los escalofríos no paraban. Quizás algunos creáis que exagero, quizás alguien haya estado y piense que no es para tanto. No me preguntéis si venía sensible de Rishikesh o qué, pero yo sentí toda la belleza del Taj Mahal desde que entraba por mis ojos hasta que salía por los poros de la piel. Al volver a mi estado normal, había perdido a las chicas, y al encontrarlas estan tan alucinadas como yo. Y si, todo el mundo piensa que estamos hartos de verlo en fotos, que nos hacemos una idea.... Nada que ver. Cuando lo tienes delante, su belleza, su tamaño, su elegancia, su grandeza en todos los aspectos, te hace sentir ridículo y te preguntas como el ser humano es capaz de demostrar su sensibilidad con una obra de arte tan y tan bella.

Lógicamente hubo sesión de fotos. Pillar al Taj sin personas es toda una aventura, pero alguna fotillo a solas le sacamos. Y luego las típicas, posando, en grupo, haciendo el tonto... En los sitios turísticos importantes, parece que el ser humano entiende su ridiculez e inferioridad, y por eso nos ponemos a hacer gilipollezes como frikies. Para mi, lo más importante, es pasarlo bien esté donde esté, ya sea haciendome una foto con el Taj Mahal o con una boñiga de vaca.

En el interior están las dos tumbas, y todas las paredes esculpida sen mármol blanco, con detalles florales. Bueno, supongo que la história del Taj Mahal la sabéis todos no? Pues no voy a aburriros con ella. Para el que no la sepa que la busque en internet, ya que es una bellísima história de amor.

Después del Tah Mahal, ya nada nos podría impresionar. Fuimos al fuerte rojo, donde solo entré yo, pues las chicas estaban muy cansadas por no haber dormido la noche anterior. Bueno, yo también, pero no me quería ir sin verlo. La verdad es que es uno de los fuertes más bonitos que he visto en la India. El exterior es todo de color rojo, y en el interior hay una ciudad gigante con palacios, templos, plazas y jardines. Impresiona mucho su tamaño y el detalle decorativo esculpido en las paredes. Desde sus terrazas hay vistas al Taj Mahal y al río que los une a sus espaldas. La verdad es una preciosidad, pero mi mente estaba todavía atontada por la visita al Taj Mahal.

Después de despedirme de la chicas, que he quedado con ellas en Varanasi después de unos días, tomé un bus hacia mi próximo destino. Os espero en Fathepur Sikri